Las trufas son hongos (plantas micorrizadas) que crecen subterráneamente y viven en simbiosis con las raíces encinas, cuyo fruto es la bellota, así como con robles, coscojas, avellanos y otros árboles.

El sistema de cultivo con contenedor individual es el más competitivo del mercado para cultivar trufas, setas y micorrizadas. Con una relación Calidad/Precio excepcional aporta además una notable reducción en inversión fija. En almacenamiento y transporte, constituye un ahorro considerable gracias a su sistema de apilado.

La calidad de la trufa es asegurada por el diseño de la bandeja de siembra especial para trufas. Las paredes de la celda continen unas ranuras verticales que dirigen la raíz hacia abajo y evitan su espiralización.

También apto para el cultivo de setas y otras plantas micorrizadas.

Los plantones o plántulas de árboles micorrizados son generalmente de encinas (carrascas) y otras plantas forestales como avellanos, robles, pinos y similares. En la raíz de dichos árboles se hallan las micorrizas, que se generan por la interacción biológica entre el hongo y la planta. Una vez la plántula de trufa esté en condiciones adecuadas se plantará en una zona en la cual el terreno y la climatología sean adecuados para la producción de trufas.